18 ene 2013

Noticias: Ayudarle a hacer los deberes no es ayudarle

  • Los padres se implican más que nunca en las tareas escolares, pero no siempre de forma adecuada

  • Hollande propone que se hagan en la escuela con supervisión para evitar desigualdades entre familias


El 80% de los estudiantes de primaria reciben ayuda y el 45% de los de secundaria, según la Encuesta sobre los hábitos de estudio de los niños españoles de TNS Demoscopia.

Implicarse no puede significar hacerle los deberes al alumno. “El padre se tiene que poner en la posición del entrenador. Un entrenador no corre con el jugador ni tiene que comer las mismas calorías, ni, por supuesto, sufrir sus lesiones. Un entrenador tiene dos funciones fundamentales: organizar y asesorar con el objetivo de mejorar el rendimiento”, argumenta la psiquiatra Orlanda Varela.

Recomendaciones con sentido común

El padre no debe sentarse en una silla al lado del estudiante porque transmite mensajes negativos: “No sabes hacerlo solo”, “descuida, que yo me ocupo”.

No hay que corregir los ejercicios en casa. El objetivo no es llevarlos perfectos, sino probar a hacerlos para ser conscientes de la dificultad. El profesor corrige mejor; hay que oírle.

No hay que dedicar toda la tarde a estudiar. Mejor si juega con los amigos en algún parque; mejora la concentración al llegar a casa.

El niño tiene que anotar en una agenda los deberes, lecciones a estudiar, trabajos a entregar y fechas de examen.

Hay que comenzar por una tarea breve y sencilla para calentar motores y luego hacer la menos agradable. Reservar para el final algo liviano y entretenido.

Un reloj en la mesa ayuda a controlar el tiempo.

Recordar que no es posible mantener la atención ininterrumpidamente más de 40 minutos.

Es recomendable estudiar en un lugar de la casa que no sea de uso común, con el móvil apagado.

Hay que comprobar que ha corregido en clase los deberes y en qué ha fallado.

Fuente: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/01/17/actualidad

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